Según el director operativo del Sapac, Dante Figueroa Castelar, se han identificado numerosos registros irregulares en colonias como Ampliación Lázaro Cárdenas, Villa Santiago y Alta Vista. En estas áreas, la presencia de barrancas facilita la conexión clandestina sin los permisos correspondientes.
“Fuentes del área comercial nos han informado que en los informes trimestrales se han encontrado entre 30 y 40 tomas clandestinas que se suspenden temporalmente y a los usuarios se les invita que se acerquen a las oficinas para contratar el servicio de manera legal. Estimamos que actualmente tenemos un 20 por ciento de clandestinidad; tenemos un total de dos mil 200 tomas ilegales en este momento”, informó Figueroa.
El padrón de usuarios legalmente registrados asciende a poco más de 112 mil tomas. Para calcular la tendencia de crecimiento de las tomas clandestinas, se utiliza una base de datos que involucra indicadores de gestión relacionados con la extracción y la facturación en viviendas.
Figueroa agregó que cuadrillas del Sapac realizan inspecciones casa por casa para evaluar el estado de cada toma domiciliaria y detectar fugas, ya que muchas viviendas en Cuernavaca no cuentan con medidores, lo que dificulta el control del servicio.
Las tomas clandestinas representan una pérdida importante de ingresos para el Sapac y también pueden causar daños al medio ambiente. El agua robada se puede utilizar para regar jardines, lavar autos o incluso para beber. Esto puede provocar escasez de agua para los usuarios legales y también puede contaminar los acuíferos.
El Sapac exhorta a los ciudadanos a denunciar cualquier toma clandestina que conozcan. La denuncia puede hacerse de manera anónima a través del teléfono 01 800 700 72 22.
