El conflicto entre el Gobierno de la Ciudad de México y el Instituto Electoral local (IECM) ha escalado, tras la impugnación presentada por el primero, alegando que el IECM se ha excedido en sus atribuciones al exigir el borrado de bardas y el retiro de propaganda que no llama explícitamente al voto.
Esta controversia se materializó en el medio de impugnación con el folio IECM-JE83//2023, donde el Gobierno de la CDMX arguye que el IECM está usurpando facultades que no están estipuladas en el Código Electoral local. Según este código, las autoridades sólo están obligadas a retirar propaganda durante la etapa de precampaña y hasta el final de la campaña electoral, y no requieren una orden expresa para ello.
La administración capitalina enfatizó que la normativa no estipula el retiro de propaganda ordinaria fuera de esos plazos electorales, ni tampoco el blanqueo de bardas. Argumentan que es «absurdo» que el IECM intente regular estas acciones, sobre todo considerando el significativo costo presupuestario que implicaría blanquear todas las bardas, un gasto no contemplado en el decreto de presupuesto de egresos para el año 2023.
Además, el Gobierno de la CDMX destaca que la propaganda actual, que lleva nombres e imágenes de posibles candidatos para las elecciones de 2024, no debería ser clasificada como política, ya que no hace ningún llamado explícito al voto.
Todo esto surge tras la solicitud del IECM, que otorgó un plazo de 15 días al Gobierno de la CDMX para llevar a cabo el blanqueamiento de bardas. En un documento firmado por el Director General de Servicios Legales, Adrián Chávez, se menciona: “El Consejo General excede inconstitucional e ilegalmente sus atribuciones… indebidamente manda una acción de retiro de propaganda ordinaria”.
Mientras tanto, la dinámica política en la ciudad se complica aún más con la denuncia presentada por el partido Movimiento Ciudadano ante el IECM, la cual señala el despliegue de propaganda relacionada con los morenistas Omar García Harfuch y Clara Brugada. La capital se encuentra, sin duda, en medio de una intensa batalla legal y política en torno a la propaganda y las próximas elecciones.
