Morelos, 22 de septiembre del 2023.- El dengue, una enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, ha sido motivo de preocupación en el estado de Morelos. Aunque la Secretaría de Salud del estado advirtió sobre el aumento de casos y exhortó a tomar medidas preventivas, su homóloga en Educación parece menos preocupada por la situación.
Luis Arturo Cornejo Alatorre, Secretario de Educación, reconoció que ha habido casos aislados de dengue entre los estudiantes; sin embargo, minimizó la situación al declarar que esto no representa un brote en las escuelas. «El dengue ‘no se contagia'», afirmó, pidiendo a los padres y madres de familia que no se alarmen.
Datos en Disputa
Las declaraciones del Secretario de Educación contrastan con los datos y las alertas emitidas por la Secretaría de Salud. Según fuentes sanitarias, el riesgo de un brote de dengue es real y requiere de acciones preventivas efectivas para evitar complicaciones mayores, que pueden llegar a ser graves o incluso mortales.
Medidas en Marcha
Cornejo Alatorre aseguró que están trabajando en colaboración con la Secretaría de Salud. «Si recibimos información de los padres de familia a través de los directores, supervisores y jefes de sector, inmediatamente la comunicamos a la Secretaría de Salud, que lleva a cabo la investigación correspondiente», explicó.
Consecuencias Potenciales
Este conflicto interinstitucional podría llevar a un manejo inadecuado del problema, exponiendo a los estudiantes y a sus familias a riesgos innecesarios. Expertos en salud pública advierten que la minimización de problemas de salud en entornos escolares puede tener efectos negativos a largo plazo.
La Importancia de la Prevención
A pesar de las divergencias, tanto la Secretaría de Salud como la de Educación han enfatizado la importancia de tomar medidas preventivas. Cornejo Alatorre instó a la población a seguir los consejos sanitarios básicos, como la eliminación de criaderos de mosquitos y la atención médica inmediata ante síntomas como fiebre, náuseas y dolores de cabeza.
Es crucial que ambas instituciones alineen sus políticas y mensajes para manejar de manera eficiente y efectiva los riesgos de salud pública, especialmente en un entorno tan delicado como lo son las escuelas.
