Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México, la violencia contra los periodistas ha sido un problema creciente en el país. Según organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Artículo 19, al menos 45 periodistas han sido asesinados durante su administración. En contraste, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se registraron 47 asesinatos de periodistas, mientras que en las administraciones panistas de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) se contabilizaron 70 casos.
La impunidad y la tensa relación entre el gobierno de López Obrador y los medios de comunicación se señalan como factores que alimentan la violencia contra los periodistas en México. El presidente ha sido criticado por atacar a periodistas y medios que publican artículos críticos, calificándolos de «golpeadores, mercenarios, vendidos». A pesar de que el gobierno ha ampliado el plan de protección de la prensa, los grupos de derechos humanos y los periodistas han expresado su preocupación por la falta de medidas efectivas para abordar la violencia y la impunidad.
En 2022, se registraron 19 asesinatos de periodistas y trabajadores de medios en México. Entre los casos más destacados se encuentra el intento de asesinato del periodista Ciro Gómez Leyva, que fue atacado a balazos pero logró salir ileso. El presidente López Obrador calificó el atentado como un «asunto de Estado» y aseguró que se investigaría a fondo.
La situación de violencia contra los periodistas en México ha generado preocupación a nivel internacional y ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y de la prensa. A medida que continúa la violencia y la impunidad, es fundamental que el gobierno de México tome medidas efectivas para proteger a los periodistas y garantizar la libertad de prensa en el país.
